A partir de ahora los productores del campo tendrán una especie de “biblia” sobre las enseñanzas y consecuencias que dejó el invierno. El Banco Agrario acaba de publicar el libro “Impacto de la Ola Invernal en la Actividad Agropecuaria por el Fenómeno de la Niña 2010- 2011”, una obra que recopila un estudio contratado con la Corporación de Planeación y Transferencia Tecnológica Agropecuaria - Plantta, en convenio con la Universidad Nacional.

El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan  Camilo Restrepo Salazar, asegura en el prólogo que “este trabajo es un punto de partida para futuras investigaciones, relacionadas con el impacto de las inundaciones sobre las actividades productivas agropecuarias, considerando que las investigaciones existentes están concentradas en el impacto de las sequías.

El Banco Agrario de Colombia vio la necesidad de contar con un soporte para sustentar a qué productores en las zonas afectadas por las lluvias e inundaciones, según su grado de afectación, se les podrían otorgar los apoyos financieros del Gobierno, como reestructuración de sus deudas, créditos nuevos para recuperación de la actividad productiva o los alivios del 95% a las obligaciones de clientes pequeños productores.

En esas condiciones se contrató el estudio con rigurosidad técnica, científica y metodológica, integrado por profesores e investigadores de las facultades de Agronomía, Medicina Veterinaria y Zootecnia y al Grupo de Investigación en Gestión y Desarrollo Rural de la Universidad Nacional, quienes identificaron 62 municipios del país, pertenecientes a 13 departamentos, con severas consecuencias en sus  actividades agropecuarias por efecto del Fenómeno de la Niña.

Las actividades productivas seleccionadas para la investigación fueron: cultivos transitorios y permanentes, pastos, ganadería, y especies menores, coincidentes con el destino de los préstamos colocados por el Banco Agrario.

La información recolectada por los investigadores, corrobora que el Fenómeno de la Niña afectó principalmente a los municipios estudiados en: la Costa Atlántica, en el Medio y Bajo Magdalena, en el Bajo Cauca y en el Altiplano Cundiboyacense, en este último debido a que los cuerpos de agua recuperaron sus niveles naturales y ocuparon tierras que habían sido desecadas y adecuadas. El estudio evidenció también una afectación menor en la zona de Urabá.

“Este estudio es un primer paso respecto a la necesidad del país de avanzar en estudios preventivos que especifiquen con mayor nivel de detalle, las amenazas y riesgos por inundación y por deslizamiento de tierras”, según Francisco Estupiñán Heredia, presidente del Banco Agrario.

Los interesados en el libro se pueden comunicar con la sucursales del Banco Agrario ó directamente con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural en Bogotá.