Una nueva oportunidad en la Laguna Seca, en Paipa, Boyacá, tendrán las especies de arbustos nativos de mortiño, arrayán, duraznillo, mano de oso y corono, los tipos de árboles que fueron sembrados pensando en varios impactos ambientales que benefician al acueducto regional de Peña Negra.

El objetivo, además de impulsar la presencia de avifauna en el sector y regular el ciclo hídrico, es involucrar a la comunidad de este municipio turístico de Boyacá, en el cuidado ambiental de la laguna, a unos 3.100 metros sobre el nivel del mar y, además, compensar el impacto de las emisiones de CO2 en la región de forma positiva.De esta manera, según Martín Nova, gerente de la empresa Sanautos, se buscó hacer real la ‘Huella De Carbono’ con 40 voluntarios que sembraron mil árboles en un área de alta significado social y ambiental porque beneficia al acueducto regional de Peña Negra con una población de 2.748 personas.

Con este evento llamado Huella de Carbono Positiva, que se realizó con el apoyo de Contreebute, entidad que hará seguimiento a la siembra durante los próximos dos años, la empresa Sanautos se compromete con la compensación de emisiones de dióxido de carbono.

“Actualmente la compañía genera 582 toneladas de CO2, y con cada árbol sembrado compensará 0,28 toneladas. Además, la compañía recurrirá a la adquisición de bonos de carbono que complementarán su compensación positiva”, explicó dice Martín Nova, gerente de la compañía.

“Con esta actividad estamos dando el primer paso en la compensación de huella de carbono y queremos que nuestros clientes sepan que detrás de cada compra que realizan hay un trabajo de responsabilidad medioambiental”, agregó y dijo que “más adelante, el proyecto se seguirá realizando en diferentes partes del país”.

Por Patricia Velásquez, enviada especial.