El ministro de Agricultura reconoció el desolador panorama que impera en el sector entre los empresarios y les pidió pensar con cabeza fría en la urgencia de hacer cuanto sea necesario para hacer inversión y atraer a la población trabajadora para que vuelvan a trabajar en el campo porque en el campo no hay gente joven para trabajar en los  surcos.

Garantizó que su objetivo es trabajar día y noche haciendo todo lo que sea necesario para tomar las medidas urgentes que se requieran para recuperarlo porque el posconflicto lo exige y porque las condiciones de seguridad alimentaria en el mundo son el mejor pasaporte para llegar a los mercados internacionales.

Iragorri dijo que su plan busca aplicar medidas de choque que garanticen el  renacimiento del campesino y de las actividades de la tierra mediante acciones  que garanticen mejores niveles de calidad de vida para la población rural que vive en muchas ocasiones por debajo de la línea de pobreza como lo pudo comprobar a los largo de las negociaciones que hizo el añpo pasado en su calidad de ministro del Interior a raíz del paro campesino provocado por años de abandono.

El ministro reconoció que el conflicto armado interno generó un desplazamiento masivo a la ciudad y por otro, la muy grave situación de pobreza han sifo los artífices de la agudización del programa en el campo, de la mano de ausencia efectiva y constante del Estado. “El campo envejece y de aquí al 2020, la población mayor de 60 años se incrementará en un 47 por ciento”, dijo el funcionario.

El responsable de la política agropecuaria confió en que con el incremento del presupuesto de 1 a 5 billones aspira a estabilizar políticas que permitan tener una “oportunidad sobre la tierra” porque para nadie es un secrete que en Colombia se dejaron de sembrar trigo, maíz y cebada, y aún no se han  recuperado las áreas dejadas de sembrar.

Dijo también que su tarea va a ser contra el reloj y contra el exceso de estudias que tienen ‘sobrediagnosticado’ al sector cuando lo que se necesitan son acciones porque los agricultores “ y en especial los campesinos “no aguantan más”.