Con una disminución de más del 50 por ciento del transporte en distintas zonas de producción cafetera en Colombia, se desarrolló uno de los paros de productores más acatados de los últimos tiempos, tan solo recordado por los que impulsara hace más de una década el movimiento de Salvación Agropecuaria, auspiciados en ese entonces por el hoy Senador Jorge Enrique Robledo.

La restricción se apreció principalmente en el transporte de pasajeros, ya que el temor de los conductores a posibles actos vandálicos disminuyó los despachos por parte de las empresas que cubren el servicio y por la “toma” de vías por los productores que están disgustados con distintas actitudes de la dirigencia del gremio pero, sobre todo, con la realidad del grano que tiene un precio muy por debajo bde sus costos de producción.

En la víspera del paro, que se desarrolla en un total de 21 puntos productores, el Gobierno y la propia Federación Nacional de Cafeteros denunciaron intereses políticos detrás de la protesta, lo que negaron los cafeteros.

Según dijo el coordinador del Movimiento por la Defensa y la Dignidad de los Cafeteros de Colombia, Óscar Gutiérrez, en las protestas se encuentran "todos los eslabones del sector, con excepción de los directivos gremiales de Bogotá".

Para completar, el expresidente de Colombia Álvaro Uribe expresó salió a respaldar la movilización de cafeteros concentrados en varios puntos productores del país, que terminó coincidiendo con el reclamo que desde la izquierda democrática ha hecho en reiteradas ocasiones el partido Polo democrático, contradictor permanente de las teorías de derecha del controverido exmandatario al considerar que lo que viven los cafeteros son consecuencia de la “perversa política del exmandatario neoliberal”.

A su manera, y con voceros en distintas reguiones del país, Uribe Vélez ha hecho saber que las medidas gubernamentales no han sido efectivas para la crisis del sector y dijo que "tienen razón en su protesta. Por eso hHe expresado mi apoyo a las reivindicaciones que están solicitando los cafeteros", dijo.

El Movimiento Nacional por la Defensa y la Dignidad Cafetera, formado el año pasado por los caficultores de los principales departamentos productores del grano, convocó al cese de actividades tras considerar que el Gobierno no ha atendido las necesidades del gremio y culpan de manera personal al gerente de la Federación del gremio, Luis Genaro Muñoz.

El sector cafetero está afectado desde hace más de un año por bajos precios del grano, que en los últimos días se ubicó alrededor de los 510.000 pesos (unos 283 dólares) frente al coste de producción de unos 700.000 ( unos 388 dólares), lo que unido a la revaluación del peso ha empobrecido a los caficultores.

Los cultivadores reclaman un precio justo del café y precios más bajos para los abonos y pesticidas, así como medidas más flexibles ante los embargos que han empezado a sufrir algunos propietarios en quiebra.

Además, las fuertes lluvias en el país desde 2010 y la plaga de la roya han disminuido la producción cafetera en Colombia, que el año pasado fue de casi 8.000 sacos de 60 kilogramos, frente al líder, Brasil, que produjo 50.826 sacos.

Mientras el paro avanzaba, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, rechazó este paro indefinido, remarcó que su Gobierno ha dado las mayores ayudas al sector y anunció una "constituyente cafetera" liderada por científicos y académicos, mientras Uribe señaló que Santos dijo "cosas inexactas", como que su acuerdo con los cafeteros había sido el primero, y recordó que en su gestión (2002-2010) ayudó al gremio con los precios de los fertilizantes.

Los políticos con representación en el Congreso de la República fracasaron en el lobby ante el gerente de Fedecafé, Genaro Gutiérrez, que se negó a recibirlos para hallar una solución a la crisis cafetera y evitar el paro.

Los senadores Rodrigo Villalba, Carlos Ramiro Chavarro, Hernán Andrade, Jorge Eduardo Gechen Turbay, entre otros congresistas, fueron notificados por el Presidente, Juan Manuel Santos Calderón, que de apoyar las marchas cafeteras, les quita la amistad.

Santos así se lo hizo saber a Villalba y Chavarro a su regreso de Chinchiná, Caldas, en donde cargado de café de escoltas, demostró sus dotes de chofer de Jeep Willys.

No es la primera vez que el país se levanta contra el gobierno de Santos. En sus 30 meses de mandato en el país americano, estudiantes, jueces y campesinos víctimas de la violencia guerrillera, han salido a protestar.