Las cartas del escenario ganadero en Colombia girará esta semana alrededor de los que suceda en la relación entre el Ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo y el presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegan, José Félix Lafaurie.

Ambos dirigentes son militantes del partido conservador, pero en los últimos años han navegado por orillas distintas y ambos hacen esfuerzos por mantener sus diferencias alrededor de la orientación y definición de políticas públicas para el sector rural, y particularmente el ganadero, abiertamente rezagado frente a las exigencias que tiene el país de modernizarse y ser competitivos.

Restrepo tiene a su haber el paso por una meritoria carrera dentro del servicio público como ministro de Estado en Minas y Energía, Hacienda y ahora de Agricultura; además de directivo del sector cafetero e investigador académico de distintas y reconocidas universidades del país para no hablar de una precandidatura presidencial.

Lafaurie ha hecho también tránsito como vice Contralor General de la República y fue un controvertido Superintendente de Notariado y Registro, y en la era administrativa de la Federación Nacional de Ganaderos, Fedegan, el gremio le aplaude varios pasos dados adelante en la conformación de una red de frigoríficos, aunque no todos muestran resultados favorables.

Semanas atrás el ministro hizo pública su preocupación porque el país debe conocer más en detalle la administración y uso de los recursos del Fondo Nacional del Ganado que por ley administra Fedegan, y que según los propios lecheros, no los beneficia por la manera como se dispone de los mismos.

Para completar, la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, el pasado 15 de mayo, sirvió de munición al dirigente gremial para señalar que el gobierno no ha hecho lo suficiente para prepararlos a soportar los momentos críticos que van a sufrir los productores colombianos.

Las afirmaciones sirvieron para que el propio ministro se pusiera en la misma línea, pero para decirle al presidente gremial que si a alguien había que culpar de esa situación era a la dirigencia gremial y no al gobierno. Pero Lafaurie se aferra a sus argumentos de que nada tuvo que ver en la negociaciones porque a los gremios el Gobierno (de Álvaro Uribe) los mantuvo en el cuarto de al lado.

Un nuevo ingrediente agridulce a esta situación se produjo en el Senado de la República cuando el ministro volvió a embestir a Fedegan y le dijo que todos los ganaderos deberían pertenecer al gremio por derecho propio, cuando pagan la parafiscalidad (al momento de vender los animales) o cuando vacunan contra la fiebre aftosa.

“Sumando las personas naturales y jurídicas, la federación congrega a no más 15 por ciento del universo ganadero del país”, dijo el ministro Restrepo al insistir  e insinuar de ejemplo al gremio cafetero y recomendó que en el caso ganadeto el Registro Único de Vacunación vigente, debe servir de documento para que los ganaderos ejerzan su derecho al voto en las elecciones de los comités departamental y nacional.

“Al Ministerio de Agricultura le parece insuficiente la estructura democrática de Fedegán. Creemos que hay un déficit”, afirmó el ministro al reconocer que “es la propia organización la encargada de decir la última palabra”.

El presidente de Fedegán ya ha dejado saber que las propuestas del ministro de Agricultura son ‘impracticables’ y ha asegurado que no es cierto que en Fedegán no haya democracia al señalar que el gremio tiene “80.000 miembros que representan todas las regiones y dijo que la junta directiva está compuesta por 22 personas con representantes de distinto departamento”.

El encuentro de ganaderos en Alimentec en Corferias, quizá sirva de nuevo para atizar o apagar el dabate, pero lo cierto es que gobierno y ganaderos deben buscar mecanismos que saquen al sector ganadero del atraso en productividad y competitividad en el que se encuentra, máxime que son varias las oportunidades, especialmente la del mismo mercado interno y, desde luego, las relacionadas con los Tratados de Libre Comercio con varios países.