Con alimentos frescos y listos para el consumo promueven mejores prácticas nutricionales |
Hace ya casi seis años el economista Alejandro Garcés empezó a darle vueltas a la idea de independizarse y montar su propio negocio. Con un familiar pasaron “días en vela” para pensar el tipo de empresa que les gustaría tener, que tuviera un nicho especial en el mercado y que respondiera a las necesidades de la gente.
Una y otra vez le dieron la vuelta al tablero de posibilidades y la lista se alargaba y se acortaba también. Su paso por el mundo de la cadena de restaurantes “Carbón de Palo”, garantizando oferta, calidad y precio para los propietarios y comensales, le fueron acumulando el conocimiento y la destreza necesaria para lograr éxito y experiencia. Después de incontables horas de trabajo diseñó un plan de acción y una hoja de ruta que consistía en ser proveedor de productos perecederos: entregar al comprador/consumidor tubérculos y verduras listos para su preparación, peso exacto después de quitarles la corteza y calidad garantizada. La tarea, por supuesto, era dura. Había que quitar de la cabeza la costumbre cultural de “regatear” el precio a la hora de la compra, el tamaño y la cantidad en las plazas de mercado ó en las tiendas de barrio donde venden al detal. La idea de la naciente empresa fue marcar como objetivo ser proveedores de alimentos frescos de la parcela a la olla. El objetivo es que los consumidores no tengan que manipular productos frescos que quitan tiempo y, además, a la hora de prepararlos es notoria la merma en la cocina y, por consiguiente, son pérdida para el bolsillo. Al comienzo, aprovechando “conocidos y paisanos” se dedicaron a conseguir solo plátano en su Caldas del alma, pero pronto se dieron cuenta que tenían que diversificar la oferta porque los clientes pedían papa, zanahoria, mazorca y mucho más. Así empezaron a crecer y de 12 toneladas con dos productos, han pasado en la actualidad a “intervenir” más de 300 toneladas al año con 32 productos. Alejandro Garcés, con su esposa y socia Clara, y con Freddy Alexander Hernández, su socio en la comercialización, están empeñados en varios objetivos desde la empresas Practimás y el grupo Colcampo: generar espacios para el cambio en los hábitos de consumo en la mesa de los colombianos y extranjeros que vivan en Bogotá. Su tarea hoy es la de llegar a los restaurantes grandes, medianos y pequeños, y también a los hogares colombianos sin importar sus ingresos ni condición social con un argumento concluyente: ahorro económico y calidad de vida. La razón es simple: en lugar de ir a comprar a la plaza de mercado para llegar luego a pelar y los productos perecederos antes de prepararlos, lo mejor es comprarlos listos |
Publicidad - Banners
Internacional
Eventos
Expo Agrofuturo es uno de... Leer más...
Con cerca de 600... Leer más...
Reconocida como una de las... Leer más...
Altas expectativas hay en... Leer más...