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Productores de leche señalan confusión y engaño en la venta de alimentos lácteos
Lactosuero

 

Con una agresiva campaña dirigida a los consumidores, la Asociación Nacional de Productores de Leche, Analac, pusieron los puntos sobre las ies para dejar claro ante el gobierno, los consumidores y ante la propia industria pasteurizadora que es necesario distinguir entre una “Bebida Láctea”, un “Alimento Lácteo” y la leche propiamente.

Para esta última, según su presidente Jorge Uribe Calle, hay que señalar que tiene unos elementos nutricionales que están por encima de los alimentos fabricados con lactosueros que aunque tienen permisos sanitarios aprobados y registrados en el Invima son menos vitamínicos que la leche.

La campaña fue suscrita con empresas productoras y comercializadoras de leche y productos lácteos ante la Superintendencia de Industria y Comercio y el propósito es garantizar la calidad y la transparencia  en la oferta en el mercado y que tienen un menor valor económico ante el consumidor.

 

En el mercado existen productos que giran bajo las denominaciones  “Bebida Láctea” y “Alimento Lácteo”, y aunque su mayor component e son los sueros derivados de la quesería, con un porcentaje mínimo de leche entera en su fórmula, no se le informa eso al comprador.

Dichos productos se expenden al público por los mismo canales de distribución de la leche, generando confusión entre los consumidores en el momento de la llevar a cabo su compra “Pensando que se trata de leche”, según Jorge Hernán Uribe Calle, presidente de Analac.

Mientras el precio promedio de la tonelada de leche entera en puerto colombiano ha sido de US$4.173 y el de la descremada US$4.588, los lactosueros registraron un precio promedio de US$1.255 por tonelada entre enero y agosto de 2011, punto neurálgico para utilizar y vender “alimentos y bebidas lácteas” a menor precio.

Un sondeo realizado por Analac en tiendas y supermercados indica que, mientras que el mililitro de leche pasterizada puede fluctuar entre $1.30 y $1.60 y el de leche entera entre $1.20 y $2.20, el mililitro de bebida láctea puede costar $0.90. Así, un litro de leche pasterizada cuesta alrededor de $1.600, y uno de leche entera UHT $2.200, mientras que un litro de una bebida láctea está sobre los $900. Para Analac lo que debe quedar claro es que este último “no es leche” y es una bebida elaborada a partir de lactosuero y agua.

El gremio  en cumplimiento de su objetivo de proteger el mercado de la leche y al consumidor colombiano,  ha acordado con varias empresas procesadoras y comercializadoras, desarrollar una campaña para evitar el engaño al consumidor generado por la confusión con la leche entera debido a que son similares en su presentación.

El siguiente es el texto del comunicado expedido por la Asociación Nacional de Productores de leche y las procesadoras de productos lácteos;

Algarra S.A., Pasteurizadora Bonest, Doña Leche Alimentos S.A., Inversiones La Postrera S.A, Lácteos Villa Aura S. en C.S., La Pasteurizadora La Pradera S.A, Pasteurizadora  Hato Grande Ltda., Pasteurizadora Santo Domingo S.A., Compañía lechera del Mortiño Ltda, Procesadora de Leches S.A. – Proleche, Industria Pasteurizadora y Lechera – El Pomar, José Arcila y Comercializadora Mundileche E.U, Productos Naturales de La Sabana S.A. – Aalqueria, Compañía Procesadora y Distribuidora de Lácteos Ltda. – Prodilácteos, y Cooperativa de Productores de Leche de la Costa Atlántica-  Coolechera:

Buscando proteger los intereses de los ganaderos productores de leche y de los consumidores colombianos, en especial a los niños, han llegado al acuerdo de adelantar una campaña educativa, con la finalidad que el consumidor sea debidamente informado y que pueda tomar la decisión sobre el producto que va a consumir.

Se trata, de una posible confusión de unos productos elaborados con suero derivado de la quesería (Lactosuero) y la LECHE; ambos poseen una apariencia similar, pero su composición nutricional NO es la misma, ya que la LECHE tiene una mayor concentración de proteínas por consiguiente un mejor aporte nutricional.

La Superintendencia de Industria y Comercio ordena que cuando los productos elaborados a base de LACTOSUERO y que giran bajo la denominación “Bebida Láctea o Alimento Lácteo” se exhiban en góndolas o estantes, estén claramente separados de la LECHE y en lugares donde no tenga en forma simultánea visión de la LECHE y de ésos productos, adicionalmente la circular exige que en el lugar de exhibición se exprese claramente:

“ESTE PRODUCTO NO ES LECHE”

“Su composición y calidad nutricional difieren de las propiedades de la leche”

En el desarrollo del proceso de investigación que adelanta la Superintendencia de Industria y Comercio, igualmente se llevó a cabo un acuerdo conciliatorio con las grandes superficies, quienes se comprometieron a adelantar una campaña educativa al interior de sus almacenes en toda Colombia, con el fin de ayudar al consumidor en el proceso de elección, para que comprenda la importancia de leer con detenimiento la información que se encuentra consignada en el empaque rotulado y etiquetado, insertando en sus folletos o publicaciones de contenido comercial o publicitario, la información necesaria para que el consumidor adquiera sus productos conociendo de antemano su verdadero origen y composición.

Hoy estamos lanzando la campaña educativa  “LEA BIEN”, que se trata de la publicación y entrega a los tenderos de Colombia de cerca de 100.000 afiches informativos, los cuales deben ser exhibidos en las tiendas donde se expendan concomitantemente productos elaborados a base de LACTOSUERO y la LECHE propiamente dicha; el contenido del afiche pretende hacer un llamado de atención muy claro para que el consumidor identifique cuál de los dos productos desea adquirir y así evitar que la decisión únicamente obedezca al tema económico.

La distribución de los afiches estará a cargo de las empresas Productos Naturales de La Sabana S.A. – ALQUERIA, Procesadora de Leches S.A. -PROLECHE, y la Cooperativa de Productores de Leche de la Costa Atlántica -  COOLECHERA.

Se reforzara la presencia del afiche con una cuña radial de 30 segundos al aire, emitida por una empresa de cubrimiento Nacional, en horario de alto interés comercial, por un lapso de dos semanas para un total de 1160 cuñas.

La Cooperativa Lechera de Antioquia lo viene denunciando desde hace más de dos años. El pobre control de calidad de la leche ha llevado a que no sólo se venda cruda, con grave riesgo para la salud de los consumidores, sino que se expenda mezclada con lactosuero, un subproducto de la quesería, que se importa como insumo, especialmente para la industria galletera, pero que también entra de contrabando en grandes cantidades.

En el Decreto 616 de 2006, por el cual se expidió el Reglamento Técnico sobre los requisitos que debe cumplir la leche para el consumo humano en el país, en el  Artículo 14, en consideración a que es alimento de mayor riesgo en salud pública, “se prohíbe la adición de lactosueros a la leche en todas las etapas de la cadena productiva”. Además, “se prohíbe la comercialización en el territorio nacional de productos destinados al consumo humano con la denominación “leche”, cuando presenten modificaciones en su composición natural, tales como: ingredientes, aditivos o cualquier otra sustancia no autorizada por la normatividad colombiana vigente para leches y sus tipos; como por ejemplo, malto-dextrina, sueros lácteos…, bien sean fabricados nacionalmente o importados”. El mismo decreto establece sanciones para quienes violen esas normas, que van desde multas hasta el cierre temporal o definitivo del establecimiento.

Pero en Colombia estamos y aquí hizo carrera hace mucho tiempo lo de que “hecha la norma, hecha la trampa”. Durante la reciente asamblea de socios, el gerente de Colanta, Genaro Pérez, volvió a denunciar el tema en presencia del ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo. Se están produciendo y comercializando, masivamente, bebidas a base de sueros lácteos, valiéndose para ello de publicidad engañosa porque induce al consumidor a comprarlas como si se tratara de leche, incurriendo no sólo en un fraude sino en una competencia desleal con la industria láctea nacional. ¿Por qué es un fraude? Básicamente porque el aporte de proteínas de las preparaciones alimenticias a base de lactosueros es mínima con relación al aporte de la leche entera pasteurizada. Y lo mismo sucede con el calcio y otros minerales. Lo más grave es que la estrategia de mercadeo de dichos productos está dirigida preferentemente a los estratos más pobres, en cuya decisión de compra pesa sobre todo el precio y es cierto que las bebidas a base de lactosueros son entre un 15 y un 20% más baratos que la leche pasteurizada.

Hay que reconocer que el señor ministro fue muy receptivo a la queja y en su intervención anunció la decisión del Gobierno Nacional de mantener el arancel del 98% a la importación de lactosueros e incluso limitar el contingente de importaciones de este producto a 3.000 toneladas anuales, con la probabilidad de reducirlo a lo estrictamente necesario para atender los requerimientos de la industria, en particular la de galletería. También se comprometió a que, para evitar que se induzca a engaño a los consumidores y se perjudique a los productores de leche, el gobierno exigirá a quienes vendan productos a base de lactosuero que digan explícitamente que no son leche.

Ayer, en la página web de la Superintendencia de Industria y Comercio, encontramos la grata noticia de que esa entidad tiene en marcha una investigación contra empresas de alimentos a base de lactosueros, lo mismo que contra supermercados que los distribuyen, por clara violación a las normas descritas.

Entre otras irregularidades, la SIC encontró que para inducir la compra, se utilizan empaques similares a los de las empresas lácteas legítimamente constituidas, con referencias directas a la leche y empleando marcas que indican que el origen o principal componente es la leche. Igualmente irregular es su expendio en las mismas estanterías en que se ofrece la leche líquida o en polvo. También dice la SIC que está a punto de expedir una Circular Externa, que ordena a productores y comercializadores de productos elaborados a base de lactosueros rehidratados u otras fórmulas lácteas, que los mismos deben estar claramente separados de la leche en sus distintas variedades e identificados siempre con el aviso bien visible “ESTE PRODUCTO NO ES LECHE. Su composición y calidad nutricional difieren de las propias de la leche”. Crucemos los dedos para que ello se cumpla y para que las sanciones sean ejemplarizantes.

 

 


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